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Si notais que llevo mucho tiempo sin escribir, posiblemente me esté pasando la mismo que le ocurrió a García Birlán.
"El deber me ordena que os dedique esta crónica y la pluma se niega a escribirla. Se amontonan las notas en mi imaginación y la péñola no sabe darles forma. Esfuerzo el pensamiento, concibo ideas, bullen las palabras en la mente y aun permanecen blancas las cuartillas."

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¿Un cateto escribio esto?:

Esta cárcel que, durante varios meses, le dio ocasión de un trato prolongado con el mundo variopinto del hampa, verdadera sociedad paralela con su jerarquía, sus reglas y su jerga, parece ser, con mayor probabilidad que la de Castro del Río , la misma donde se engendró el Quijote, si hemos de creer lo que nos dice su autor en el prólogo a la Primera parte: una cárcel «donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación», y en la cual bien pudo ver surgir, al menos, la idea primera del libro que ocho años más tarde le valdría una tardía consagración.

Cervantes en su vivir .

Jean Canavaggio

domingo, 23 de diciembre de 2012

Santa Rita, Rita, Rita.


Lo que se da no se quita. Esta plegaria posiblemente sea la más conocida en el entorno cristiano; desde pequeño nos aferramos a ella para no devolver algo que se nos ha entregado. Somos materialistas y posesivos por naturaleza y de niño mucho más.

No es una expresión que se utilice porque rime, sino  porque según cuenta la  leyenda tiene su fundamento: una mocita mayorcita le pedía a la Santa en sus oraciones que le concediera un novio. La santa le concedió el deseo; pero a la pobre, que no era muy agraciada, este le duró poco, así que volvió para recriminárselo diciéndole: Santa Rita, Santa Rita lo que se da no se quita.

Sorprende que esta santa tan polivalente no tenga en nuestra población mucha devoción; aunque a nivel general sí la tenga, pues es patrona entre otras: de las enfermedades y heridas, de las madres, de los problemas en los matrimonios, protectora de la familia, de la paz, de los casos perdidos, difíciles o desesperados. Por todo esto es conocida por “la santa de los imposibles”.

Es la protectora de los higos, de las rosas y de los gusanos de seda y en España además es la patrona de los funcionarios que trabajan en los ayuntamientos.  Se celebra su onomástica el 22 de mayo.

Decidí hacer este trabajo sobre la ermita de Santa Rita en Castro por ser este un lugar al que desde muy joven le he tenido mucho apego. El arroyo que conocemos por el de Santa Rita es conocido desde hace muchos años por la cantidad de monedas antiguas que quedaban en su lecho después de las tormentas. Éste era frecuentado por personas aficionadas a la numismática. 

Mi interés por lo histórico me llevó a conocer el paraje donde se encuentra los restos de una edificación.

 Es un lugar que frecuentemente visito en mis paseos deportivos; incluso algunas veces me suelen acompañar mis hijos, por ofrecer unas vistas hermosas del pueblo.

 Los restos de construcción  desde siempre los he conocido por “la ermita de Santa Rita” incluso está inventariado como Patrimonio Inmueble de Andalucía con carácter arqueológico con ese nombre. El periodo abarcado por este yacimiento en base a los restos materiales apreciados en superficie va desde época romana hasta la edad moderna, encontrando restos de sigilatas, tégulas, cerámicas medievales comunes y vidriadas.

El yacimiento es mencionado en numerosos estudios de la provincia realizados   por Juan Bernier, M.  Carrilero, José A. Morena López, Ignacio Muñiz Jaén  y otros.

Tengo noticias que en el lugar  se llevaron a cabo prospecciones, de las que no tenemos resultados algunos, tan sólo  verbales, por un grupo local de Misión Rescate dirigido por un profesor que impartió clases en Castro llamado Rafael Copé a finales de los 60 o principio de los 70.

El lugar se encuentra bien visible desde la salida del pueblo en dirección a Doña Mencía en una prominencia que destaca a espaldas de la cooperativa de consumo Guadajoz.

La elección de este lugar para erigir la ermita pienso tenga más que ver con un hecho histórico más que religioso y posiblemente con el periodo de la Reconquista.

Su construcción, se sitúa en el último tercio del siglo XVI. Se trata de un pequeño edificio a modo de capilla u oratorio que no presenta indicios de haber tenido un aposento para el ermitaño.

La cubierta era de teja moruna, los muros de mortero con decoración en el enlucido exterior, y el interior con toda probabilidad  estaría pintado de color rojo almagra (restos de superficie).

Inicio mi investigación en las fuentes escritas, encontrando pocas referencias a dicha ermita,  lo que me hace llegar a unas primeras conclusiones erróneas.

Juan Aranda Doncel no hace referencia a ella en su trabajo sobre la religiosidad popular en Castro del Río en el último tercio del Siglo XVI, tan poco aparece en el catastro realizado a mediados del siglo XVIII  por el Marqués de la Ensenada. Si lo hace Madoz en su diccionario estadístico e histórico de los pueblos de España 1846-1850 «Antiguamente existieron también la de San Marcos y Sta. Rita, cuyas imágenes fueron llevadas á la de Madre de Dios» , igual mención hace Ramírez de las Casas al hablarnos de las ermitas de Extramuros: «No existen las de S. Marcos y Sta. Rita cuyas imágenes fueron llevadas a la Madre de Dios».

Juan Aranda en su Estudio Histórico y Artístico de la ermita de Madre de Dios escribe: «con motivo del abandono de la ermita de San Marcos, en el siglo XVIII se trasladan a Madre de  Dios las imágenes de San Marcos y Santa Rita, donde permanecen hasta 1936, fecha en la que fueron destruidas.»

En esos momentos pensaba que la ermita de Santa Rita se había construido  después de 1750 (Catastro de Ensenada) y que había sido abandonada antes de 1850 (Madoz). Me sorprendía ya este hecho, pues los numerosos hallazgos monetarios de esa época: resellos, maravedíes y abundantes chavos me hacía pensar en un importante trasiego de personas. ¿Cómo un lugar que cuenta con tanta devoción es abandonado a los pocos años de su construcción?

Visito la Biblioteca Municipal para ver si en sus fondos encuentro nuevas pistas. Como siempre que me acerco por allí, Fali, la Bibliotecaria, me pregunta cariñosa y atentamente: ¿Qué buscas?. Le digo que  sobre la ermita de Santa Rita. Quedamos al dia siguiente para ver algún trabajo provincial. No encontramos nada pero sí  en la conversación que mantengo con ella (que por cierto, me desconcertó).

Me explica que su madre le contaba que de niña iba a las inmediaciones de Santa Rita de celebración de San Marcos.

Con esta información y con la coincidencia del traslado al mismo tiempo de  las dos imágenes a Madre de Dios (Aranda Doncel), me lleva a pensar que estaba realizando un descubrimiento, pero resultó ser un secreto a voces.

Mi prioridad se basa entonces en recopilar datos y  situar la ermita de San Marcos; encuentro que se construyó en la parte meridional. En 1560 se tiene noticia del encargo de la imagen  que será de talla dorada y la construcción de  un altar para éste. En 1594 se han realizado obras de mantenimiento en la ermita y se han construido unas andas para llevar el santo de procesión. 

El lugar que hoy conocemos por Santa Rita se encuentra en esa dirección, lo que me hace pensar que dicha ermita no es tal; sino la de San Marcos y que en ella  seguramente también se rendiría culto a esta santa.

Me encuentro, casualmente, a los pocos días con Francisco Merino y sin preámbulos le pregunto ¿Tu sabes dónde está la ermita de San Marcos? Me respondió: San Marcos y Santa Rita es la misma ermita.  La información la obtiene de unas notas de José Navajas Fuentes y las refleja en su libro Castro del Río del Rojo al Negro: «durante mucho tiempo, el día 16 de abril de cada año, se organizaba una romería en que se traía en procesión a los santos para hacerles una novena en la Madre de Dios». Sin embargo, más adelante cuando descifra las ermitas de extramuros nos dice: «San Marco, Santa Rita, San Sebastián , San Roque, Santa Sofía, San Cristóbal y Nuestra Señora de la Salud». Es un error que se ha venido arrastrando desde XIX.

Lo sorprendente es de cómo el paraje ha llegado a nuestros días con el nombre de la santa, que no tiene en la villa del Guadajoz protagonismo alguno, y que el titular lo haya perdido, con la repercusión que tiene ese dia en la localidad, perdurando hasta nuestro días la celebración con una fiesta campera (y recientemente con procesión) el día de su onomástica.
http://decastroero.blogspot.com.es/2011/04/memoria-gastronomica-ilustrada-san.html